Estos profesionales tiene como objetivo refinar las entradas que los usuarios introducen en los sistemas de inteligencia artificial para que los motores respondan de la manera más eficiente.
Hasta hace unos meses, los programadores eran valiosos por su capacidad de entender las máquinas y tecnologías. Sin embargo, el segmento de IA está haciendo que sea necesario un perfil específico en esa línea.
Para poder obtener mejores resultados con los motores y robots como DALL-2, Stable Diffusion o ChatGPT, es importante conocer la manera correcta de como hacerlo. De acuerdo con Washington Post, todos estos sistemas utilizan prompts para realizar las peticiones, requiriendo un nuevo puesto laboral: El prompt engineer.
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Dichos ingenieros se dedican a programar en prosa, lo cual significa que hablan en lenguaje natural con estos motores, pero lo hacen de una forma especial, con frases largas en las que definen con mucha precisión lo que intentan preguntar o, incluso, la respuesta que buscan obtener. Estos profesionales tiene como objetivo refinar las entradas que los usuarios introducen en estos sistemas de IA para que los motores respondan de la mejor posible y sean más eficientes.
Los prompt engineers exploran los límites de estos motores de IA para detectar posibles fallos y valorar dónde pueden ganar mayor precisión, lo cual también contribuye a que, con cada entrada del usuario, el motor pueda brindar la mejor respuesta posible sin errores. Una de las técnicas que se utiliza para lograr esto es el prompt injection, el cual hace unas semanas sirvió para crear DAN, el modelo roleplay para hackear ChatGPT.
Algunos usuarios optan por no compartir estos conocimientos y entradas con las cuales lograron resultados impresionantes. Este es el caso de Jason Allen, quien ganó un concurso artístico con Midjourney sin que los jueces lo sepan.
Allen se ha negado a compartir el prompt que utilizó, y explica que dedicó alrededor de 80 horas para perfeccionarlo después de más de 900 iteraciones. Sin embargo, comentó que utilizó palabras como “opulento” y “prodigio”. Cabe destacar que otros creadores han decidido crear un negocio con los prompts y los venden en plataformas como PromptBase con precios que suelen rondar los US$2.
Con respecto a la oferta laboral, recientemente la empresa Anthropic, creada por exempleados de OpenIA, publicó una oferta de empleo para un puesto de “bibliotecario e ingeniero prompt” en San Francisco. El puesto solicita conocimientos básicos en programación y contar con “espíritu hacker creativo y amar resolver rompecabezas”. Dicho puesto laboral tendrá un salario de US$335.000 anuales.
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