El evento del próximo 20 de abril podría marcar un punto de inflexión en la evolución de la criptomoneda líder. Por qué requiere de un enfoque distinto por parte de los inversores.
Por mucho que el "halving" de Bitcoin sea un evento cíclico y esperado, la edición de 2024 se perfila como singular y disruptiva.
Este evento técnico, que ocurre aproximadamente cada cuatro años en la red de Bitcoin, reduce a la mitad la emisión de nuevas criptomonedas para crear un efecto de escasez que la convierte en un "oro digital". Históricamente, el halving ha marcado el inicio de un nuevo ciclo alcista para Bitcoin. Después de los halvings de 2012, 2016 y 2020, el precio de Bitcoin se disparó 93, 30 y 8 veces, respectivamente, desde su valor en el día del evento hasta alcanzar su máximo cíclico.
Pero, a diferencia de ocasiones pasadas, esta reducción a la mitad de las recompensas mineras no llegará en un entorno cripto marginal, sino que se producirá cuando Bitcoin ha alcanzado un alto grado de adopción institucional e inversión minorista.
La gran novedad es la presencia de los ETF de Bitcoin spot, aprobados a principios de 2023, que han desatado una demanda institucional sin precedentes para la criptomoneda líder. Datos de CryptoQuant ya muestran que la demanda de las "ballenas" del mercado ha alcanzado máximos históricos antes incluso de que se produzca la reducción de la oferta vía halving.
Muchos especialistas vaticinan que este ciclo alcista de Bitcoin, que arrancó antes debido a la aprobación de los ETF, bien podría ser más corto y explosivo, culminando en un pico a finales de 2024 o principios de 2025.
Pero lejos de ser un factor positivo indiscutible, el nuevo entorno hace que pronosticar el impacto del halving sea más complicado que nunca, ya que lo que hace único a este halving es que Bitcoin ya ha superado el máximo del ciclo anterior, algo inédito antes del evento cuatrienal.
Los inversores no deben confundir la volatilidad especulativa del día del evento con su impacto real sobre el mercado. Lo que realmente impulsa los precios al alza después del halving es la reducción de la oferta de Bitcoin por parte de los mineros, que venden una parte de sus recompensas para cubrir costes.
Algunos creen que los días en que el halving generaba grandes alzas de precio podrían haber quedado atrás. Por tanto, a medida que se acerca el 20 de abril, los inversores deben tener claras algunas claves fundamentales:
1. No especular únicamente con base en el evento del día del halving, pues su impacto real se notará en los meses posteriores.
2. Entender que un mayor apetito institucional podría impulsar un rally más explosivo pero también más breve.
3. Asumir que efectos deflacionarios cada vez más pronunciados podrían implicar rendimientos decrecientes respecto a halvings previos.
4. Permanecer atentos a la evolución de la oferta y la demanda en el mercado en los meses posteriores al halving.
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