El reemplazo constante de equipos en centros de datos generará hasta 5 millones de toneladas de residuos electrónicos para 2030.
La IA generativa impulsada por grandes empresas tecnológicas como Google Microsoft y Meta se enfrentan a un problema ambiental en aumento con la acumulación de desechos electrónicos. Tal como lo explica El País, la expansión de herramientas avanzadas de IA está alimentada por un consumo intensivo de energía y agua en centros de datos de alta capacidad, donde el hardware debe renovarse constantemente para mantenerse al día con las demandas de procesamiento.
Este ciclo de sustitución no solo es insostenible sino que también resultará en una acumulación de residuos digitales que contienen metales venenosos como el plomo y el cromo; las proyecciones para la próxima década son preocupantes ya que se espera un incrementó de basura electrónica de hasta 1.000 veces su cantidad actual llegando entre 1.200.000 y 5.000.000 toneladas si no se implementan estrategias efectivas.
Los científicos han desarrollado modelos de predicción utilizando el servidor Nvidia DGX H100 como referencia principal para el procesamiento de IA y han proyectado diversos escenarios de crecimiento en esta industria; cada uno de ellos planteando importantes problemas ambientales potenciales. En el escenario más desfavorable señalado por los expertos en la materia se estima que los residuos electrónicos generados por esta tecnología podrían llegar al equivalente de entre 2.100 y 13.300 millones de iPhones desechados; una situación que pondría en peligro la sustentabilidad del ecosistema digital actual.
El acceso restringido a los semiconductores de última generación podría empeorar aún más la situación, dado que las limitaciones comerciales y la demora en la implementación de tecnologías más eficientes aumentan la obsolescencia del hardware. Un año de demora en la actualización de semiconductores incrementaría en un 14% la generación de residuos en los centros de datos, elevando las toneladas de desechos y concentrando este problema en Europa, Asia Oriental y Norteamérica, aunque la mayor parte de estos residuos termina en vertederos de África y Asia.
Frente a este panorama, expertos han explorado la economía circular como posible mitigación, sugiriendo ampliar la vida útil de los servidores en al menos un año, lo que reduciría hasta 3,1 millones de toneladas de desechos anuales. Aun así, el reciclaje efectivo de componentes de GPU sigue siendo un desafío: los materiales valiosos que contienen, como oro, plata y platino, apenas se recuperan, mientras que componentes como las GPU, debido a su complejidad y costo de reciclaje, acaban en vertederos o son incinerados.
La gestión de residuos electrónicos en la era de la IA demanda intervenciones urgentes en la producción y consumo de hardware. Si bien el reciclaje de ciertos materiales podría valer entre US$14.000 y US$28.000 millones , estas estrategias aún enfrentan barreras tecnológicas y económicas.
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