¿Cómo combatir el cibercrimen este 2022?
Te presentamos 5 tendencias claves que los líderes de ciberseguridad deberán tomar en cuenta en el 2022 para no caer en manos del cibercrimen.
La nube continuará siendo una de las herramientas principales en el 2022, pero seguirá teniendo riesgos inherentes a su operación.
(ITNOW)-. El 2021 se despide con una de las vulnerabilidades más críticas de la última década llamada Apache Log4j, la cual se suma a la gran cantidad de ciberamenazas que se hicieron presentes a lo largo del año.
Esto inclusive ha provocado que instituciones de gobierno y empresas hayan reconocido la importancia de adoptar la ciberseguridad como un servicio, entendiendo que no solo consta de adquirir la tecnología, sino que también es necesario invertir en consultoría, implementación y operación para reforzar la seguridad tecnológica.
Según una encuesta publicada por IDC alrededor de 44% de las empresas de América Latina aumentarán sus inversiones en ciberseguridad en 2022 y casi un 40% está destinando mayores recursos a servicios en la nube.
Por su parte, la consultora Gartner estima que la inversión en seguridad de la información y gestión de riesgos, ascenderá a los US$172 millones a nivel mundial en 2022, frente a los US$155 millones de 2021 y los US$137 millones de 2020. Alrededor de US$77 millones serán destinados a servicios de seguridad en el próximo año, lo que lo convierte en la mayor de las categorías de gasto.
Tomando en cuenta estas proyecciones, Oswaldo Palacios, Director de Ingeniería de Ventas para América Latina y México de Guardicore, resalto cinco tendencias claves que los líderes de ciberseguridad deberán tomar en cuenta en el 2022 para no caer en manos del cibercrimen y que les permitirán fortalecer sus estrategias de ciberseguridad actuales.
La primera tendencia es la consolidación del home office como forma de trabajo debido a que el trabajo híbrido llegó para quedarse. Una investigación de Capgemini señaló que casi el 70% de las organizaciones consideran que el aumento de la productividad generado por el trabajo a distancia será sostenible más allá de la pandemia.
Es por esto que los responsables de la información de las compañías deberán revisar sus estrategias de ciberseguridad actuales y redefinirlas para un entorno de trabajo híbrido, junto de una constante capacitación a empleados y colaboradores sobre los riesgos cibernéticos del negocio y su protección misma, explicó Palacios.
Ransomware
La segunda tendencia es el ataque estilo ransomware, se proyecta que este tipo de ataque aumente en sectores críticos en donde es imprescindible pagar el rescate, como lo es la salud y seguridad. Además, los atacantes desarrollarán nuevas tácticas a medida que se vuelven más conocedores de los negocios.
El tercer punto es que la nube continuará ganando terreno en 2022, pero seguirá contando con riesgos inherentes a su operación. Según lo pronosticado por el IDC, el gasto mundial total en servicios de la nube, los componentes de hardware y software que sustentan los servicios en la nube y las oportunidades de servicios profesionales y administradores en torno a los servicios en la nube, superaran los US$1.0 billones en el 2024 mientras que se mantiene una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de dos dígitos del 15,7%.
Por su parte, Oswaldo Palacios recomendó a las empresas asegurarse de que el proveedor de nube les permita agregar soluciones de terceros que ayuden a robustecer el ambiente cloud y asegurar las aplicaciones en producción.
El cuarto punto es la segmentación de manera inteligente para mitigar los ciberataques. Para este año la segmentación jugará un papel relevante en las estrategias de ciberseguridad de las organizaciones dado su enfoque arquitectónico de TI que divide las áreas críticas de la red para controlar el tráfico de este a oeste, prevenir el movimiento y reducir la superficie de ataque.
Como último punto se destaca la importancia de los marcos jurídicos sólidos y actualizados ante el auge de ataques cibernéticos. Los marcos legales en América Latina permitirán incentivar la regulación e implementación de buenas prácticas que garanticen la confidencialidad y la integridad de la información, tanto de entidades públicas como privadas.
Asimismo, es fundamental agilizar el crecimiento del mercado de seguridad, por lo cual será importante actualizar las leyes de protección de datos personales. Con esto se podría mejorar el manejo de los datos y obligaría a las empresas a tener una gestión más segura de la información.
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