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Malka Mekler

Computación neuromórfica: Una tecnología más eficiente para tareas que requieren de un humano

Esta ingeniería permite que la tecnología resuelva problemas de la misma forma en que lo hace el cerebro.

Tanto ChatGPT como los demás programas que operan con inteligencia artificial (IA) se han convertido en un fenómeno imparable en el mundo de la tecnología. Sin embargo, dentro de las conversaciones que existen, el costo de operaciones y desarrollo es algo que no suele ser mencionado, o si la misma es adecuada para cada trabajo.


ChatGPT puede costar millones de dólares por día para funcionar. Ante la relevancia de precios potencialmente altos, los consumidores pueden preguntarse cómo los usuarios pueden aprovechar el beneficio de la IA sin ese alto costo operativo, así como cuál es la mejor tecnología en aplicaciones para obtener resultados precisos.


Una respuesta a estas preguntas podría ser la computación neuromórfica. Dicha ingeniería está diseñada para resolver problemas de la misma manera que lo haría el cerebro humano.



Los chips que alimentan la computación neuromórfica son especialmente diseñados con la misma estructura que las neuronas y las sinapsis de nuestro cerebro, lo que le permite tomar decisiones y juicios de una manera que los sistemas informáticos o algoritmos típicos no pueden.


Por su parte, esta ingeniería pretende ser más eficiente, potente y rentable que otras tecnologías de IA. A pesar de que aún se encuentra en desarrollo y no se implementa ampliamente, se está evaluando en diversos entornos, incluyendo la computación en la nube, la robótica y los vehículos autónomos.


En lugar de procesar todos los datos para seguir un algoritmo hasta una respuesta, la computación neuromórfica tiene como objetivo descifrar la información necesaria para determinar la solución correcta. Esta ingeniería le permitiría a las empresas y los consumidores implementar tecnología en la vida cotidiana donde se requiera un toque humano, en lugar de utilizar respuestas basadas únicamente en un algoritmo.


A medida que la tecnología y la sociedad se integren a un nivel más profundo, habrá una mayor demanda de nuestras computadoras de interactuar con nosotros como lo haría un ser humano con el habla, el movimiento y la razón.



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