Los datos y programas en la nube cada vez son más comunes dentro de las organizaciones pues es una herramienta que le permite a las empresas comunicarse y compartir información de manera sencilla y flexible.
Por: Gabriela Hidalgo, Gerente de Mercadeo de GBM
Cuando se trata de eficiencia, productividad y ahorro de costos en general, siempre es buen momento. Sin embargo, la situación actual ha obligado a las empresas a hacer “mucho más y más y más con menos”.
Las oficinas, que quedaron vacías en colaboradores, siguen llenas de sistemas y herramientas tecnológicas, que no solo ocupan campo, y con esto implican gastos de mantenimiento y espacio físico, sino que se han visto también difícilmente accesibles por las restricciones de distanciamiento social y el cierre de instalaciones.
Aquellos que habían decidido “moverse a la nube” poseen debido a lo anterior, mayor flexibilidad en el manejo de costos, así como en cuanto a la capacidad y al acceso a la información. Pero para aquellos que aún no han tomado la decisión de “Move to the Cloud”, a continuación, unas razones para hacerlo HOY.
Ahorro de costos
Sí, aunque suene una frase “cliché” e irreal. Esta eficiencia se da debido a varios factores, como el que se mencionó más arriba del espacio físico; pero también se obtiene debido a la economía que se da en costos de mantenimiento (alquiler, energía, etcétera) y en el costo de los servidores per se. Y, por si fuera poco, también se presentan ahorros en todo lo que implique mantener estos equipos en forma, como por ejemplo los softwares y actualizaciones que haya que instalarle, así como las políticas y la seguridad en general que debe asegurarse.
Accesibilidad cuando y desde dónde sea
La información está almacenada en la “nube” y, a pesar de que el concepto es algo etéreo, hay que tener claro que es solo el nombre que los de mercadeo (¡mis geniales colegas!) crearon para referirse a la web para temas de almacenamiento de datos y otros. Por lo tanto, no nos debe asustar. Lo importante es que al estar los archivos y datos guardados de esta forma, con tan solamente poseer una conexión a internet, podremos verlos, revisarlos y actualizarlos desde y cuándo queramos. Esto permite mucha mayor flexibilidad en el acceso para los colaboradores y usuarios de esta información. Además, su gestión es más sencilla pues permite que los colaboradores estén fuera de las oficinas físicas de la compañía y aún así puedan seguir trabajando; lo cual es de gran prioridad en estas épocas que estamos viviendo.
Flexibilidad que se ajusta a las necesidades
Los servicios de nube tienen la ventaja – se puede decir que por definición – que son flexibles en cuanto a su consumo. Es decir, en este caso el cliente que los adquiere paga solamente por lo que usa. A lo contrario de lo que sucedería si se tienen los servidores en las instalaciones propias; se debe pagar todos los meses una cantidad fija, aunque se utilicen o no. La flexibilidad beneficia en ambos sentidos, si en alguna época se requiere mayor almacenamiento, se puede contratar la cantidad necesaria, o bien si se consumió menos capacidad lo utilizado es lo que se paga/cobra. Es por ello, que decimos que se ajustan a las necesidades de la empresa, y, lo mejor de todo, es que toda esta gestión se hace también de forma remota.
Seguridad garantizada
Se dice mil y una veces, que la información es el activo más valioso que posee una empresa. El cuidar los datos debe ser una responsabilidad de primer orden. Al contratarse los servicios de nube, el proveedor elegido debe proveer un nivel de seguridad certificado y definir en conjunto los niveles de acuerdo o SLAs (por sus siglas en inglés de Service Level Agreement). Para ello, la identificación de vulnerabilidades, la protección de la información y los lineamientos o políticas que se establezcan deben ser temas que se deben cubrir por parte del proveedor contratado y un dolor de cabeza menos para el negocio.
Continuidad del negocio
Llueve, truene, ocurra un desastre natural, social o económico, el negocio debe continuar operando. Entre el proveedor y el cliente deben acordar lineamientos o estándares de seguridad y de continuidad, así como establecer opciones de “backup” o respaldo de la información. La instalación y actualización del software y hardware para que los equipos funcionen siempre de manera óptima es responsabilidad de la empresa que brinda los servicios. Por lo tanto, el tener los datos en la nube incrementa notablemente la continuidad y seguridad del negocio, pues los centros de datos de los proveedores están certificados y son construidos para cumplir su objetivo primordial que es cuidar la información de la empresa.
No importa si la empresa es grande o pequeña, los servicios de nube se ajustan a las necesidades de cada una, así como a su presupuesto. Además, no se requiere una gran inversión inicial ni de instalaciones físicas donde se guarden los equipos ni profesionales altamente especializados que los instalen y les brinden mantenimiento.
GBM ofrece varios servicios de nube que pueden apoyar a las empresas, como por ejemplo servicios de colocación, de hosting, ambientes virtuales, monitoreo, control remoto, backup, recuperación, entre otros. Se puede brindar una asesoría previa para apoyar y acompañar al negocio a migrar a la nube, así como revisar las soluciones que más se ajusten a su medida.
Con la modalidad del trabajo remoto, que se ha hecho imprescindible ante esta situación actual que estamos viviendo, se hace primordial que toda la operación empresarial pueda continuar de manera virtual. Los servicios de nube permiten y facilitan esa continuidad remota, reduciendo además los costos operativos del negocio y ajustándose a las necesidades de la compañía.
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